La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es uno de las capitales más importantes del mundo, no sólo en tamaño y población (sumando los suburbios en total viven cerca de 11 millones de personas), sino también en términos de cultura, arquitectura y en particular gastronomía. Asimismo, la provincia de Buenos Aires, tiene entre sus ciudades algunos polos gastronómicos que vale la pena recorrer si se dispone del tiempo.

Es que Argentina es un país privilegiado en términos de producción ganadera, lo que permite a mucho restaurantes contar con la mejor carne del mundo a un precio relativamente accesible. Los ríos internos y la costa le proveen tanto salmónidos de agua dulce como salada, así como una interesante variedad de frutos de mar frescos. Muchos chefs aprendieron a sacarle jugo a esta pesca privilegiada, lo que resultó, por ejemplo, en productos como la corvina al limón, un verdadero manjar para los amantes del pescado.

Por otra parte, la industria láctea es muy fuerte en el país, con algunas empresas muy importantes con estándares de calidad muy alto, que proveen algunos de los quesos y dulces de leche más exquisitos del mundo. En términos de disponibilidad de productos vegetales y frutas, Argentina también fue privilegiada por su particular geografía, que permite disponer de la mayoría de las hortalizas, algunos tipos de frutas tropicales y uno de los valles de producción de peras y manzanas más significativos del mundo.

The Temple Bar: un bar y restaurante de típico aspecto irlandés, que cuenta con locales en diversos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Es conocido por sus exquisitas hamburguesas, papas fritas y empanadas. Incluso cuándo el clima o las ganas no permiten visitar el local, no es excusa para quedarse sin probar sus delicioso platos, que los ofrecen además a través de delivery a domicilio.

Brasna: una panadería boutique ubicada en el corazón del barrio porteño de Palermo, conocida por sus exquisitas croissants además de algunas de las facturas más emblemáticas de Argentina, como las rellenas de dulce de leche, las berlinesas, además de la pastelería internacional más reconocida.

Búffala: a pocos metros del emblemático Cementerio de La Recoleta, esta heladería artesanal es considerada por muchos como una de las mejores de la ciudad. Cuentan con algunos sabores muy particulares que no se pueden describir, más que invitando a probarlos.

Feria de Mataderos: ubicada en uno de los barrios con más historia de la ciudad de Buenos Aires, esta feria es un punto donde probar el emblemático asado argentino, tamales y la típica mandioca frita. Por otra parte, además de disfrutar de un exquisito plato, se puede recorrer infinidad de puestos de artesanías donde comprar el clásico mate argentino, así como los ponchos gauchescos y muchos otros artículos regionales.