Una cifra que sigue el ascenso imparable de una ciudad y provincia que cada año tiene como objetivo seguir atendiendo a los miles de peregrinos que llegan por los tradicionales caminos hasta el final en la Catedral de Santiago o Finisterre o que, directamente, lo hacen para conocer una de las ciudades más bellas de España.

Una de las razones de este aumento de popularidad es la creciente demanda de alquileres vacacionales que ha sido capaz de ofrecer al viajero un espacio único en el que alojarse, a precios más que razonables y con un acceso a toda la cultura de la ciudad al alcance de la mano. 

“Estos alquileres ofrecen a los viajeros la comodidad y conveniencia de un hogar lejos del hogar, al mismo tiempo que les permiten experimentar la ciudad como un residente local. A diferencia de los hoteles tradicionales ofrecen más espacio y privacidad” explican desde Apartamentos Santares, que apuestan por las viviendas para alquilar como forma de atraer a grupos turísticos familiares o de amigos.

Qué conquista de Santiago de Compostela

Santiago de Compostela es una ciudad rica en historia y patrimonio cultural, que atrae a visitantes de todo el mundo. 

La ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su impresionante arquitectura y calles pintorescas. Los visitantes disfrutan de los numerosos lugares históricos de la ciudad, incluida la Catedral de Santiago de Compostela, que se cree que es el lugar de enterramiento de Santiago el Grande. Además de sus atractivos culturales, ofrece una variedad de actividades diseñadas para dar a conocer su entorno y riqueza, entre las que se incluyen el senderismo, visitas turísticas a zonas de su provincia y, sobre todo, experiencias culinarias. 

La creciente popularidad de los alquileres vacacionales, por tanto, se debe a una combinación de factores. En primer lugar, el atractivo único de la ciudad y sus numerosas atracciones la convierten en un destino ideal para los viajeros que buscan una experiencia de viaje auténtica. 

En segundo lugar, los alquileres vacacionales ofrecen una experiencia más inmersiva y personalizada que los hoteles tradicionales. Esto resulta especialmente atractivo para los viajeros que desean experimentar un destino como un residente local, sin horarios y dejándose llevar por el pulso de la ciudad.

Finalmente, se ha convertido en todo un reclamo para disfrutar de un tipo de gastronomía propia que, gracias a fiestas locales, se está convirtiendo en un referente de la tradición y de la comida de proximidad, lo que atrae cada año a cientos de personas que llegan desde cualquier rincón de España para degustar las filloas, pulpo o mariscadas tradicionales.